Los cantos de la lluvia

$0.00

Título: Los cantos del a lluvia

Autora: Devora Dante

Género: poesía

No. páginas: 56

Formato: PDF

Año: 2012

Categoría: Etiqueta:

Descripción

La posesión de la poesía, ese extraño milagro del corazón que anuda los refugios cerebrales con específica simetría, es dado en privilegiadas inspiraciones que acuden a los versos para esculpir, como Devora Dante, palabras que entrelazan la oportunidad de un sentimiento:

«Mi último día es hoy y voy a vivirlo…
Regalaré al viento mi sonrisa, sintiendo de la mar
La suave brisa, escucharte en silencio.
Hoy quizás quede sumida en la inmensidad de un sueño…»

Y sin embargo en su profuso trasegar hay una alta y temporal devoción por la vida «Espuma blanda» o «Pluma blanca» que silencian el paisaje con toda la presencia de la eternidad:

«Semilla de trigo crece aquí en mi vientre
Crece como el agua en cristal vertiente.
Semilla de trigo crece aquí en mi vientre
Crece en mi mente y en mi corazón.»

Y lógico, más allá del ser, o de sí mismo, ese Calor de invierno «Cae la lluvia»…

Esa serena y a la vez inquieta puerta de silencios atados al cuerpo como pieles urbanas en los ciclos de la eternidad, son apenas las formas de una aproximada lejanía, punto de encuentro e inspiración que crece por todos los entornos de nuestro refugio:

«Calor de invierno
Cae la lluvia, tiembla mi cuerpo y yo te amo.
Es el calor del invierno, en vez de ser calor de verano.
Es tu abrazo que me llega despacio, tibio, calmado.
Es mi pecho que se agita al sentir que estás amando.
Es el brillo de tus ojos, es lo dulce de tus labios…

Devora Dante ha llegado a la poesía para quedarse, no es una más de las mujeres que prenden en el pebetero de una ilusión, el aroma profuso e inspirado de un pensamiento, sino una mujer desnuda ante el verso y la forma cincelando con alma la poesía…

«Déjame de todo al tiempo…
«Hoy solo por hoy
Todo mi ser tiene prohibido extrañarte.

Puedo recordarte, pero no extrañar tu
Presencia, ni sentir nostalgia por tu ausencia.
Hoy solo por hoy»…

Probables cantaros de armonía bajaran por sus manos en abundante desasosiego y también con ansiedades tímidas o arrogantes, y allá estará todo el dulce y atormentado epíteto de su libertad y de su amor, porque

«Yo lo inventé
Inventé sus manos
Inventé su piel
Inventé sus brazos
Inventé su cuerpo…»

LOS CANTOS DE LA LLUVIA, son pedazos de piel disyuntados a la vida perenne y secreta del amor, en una sola respiración de ángeles que cruzan los caminos tan poco desbordados de la posesión y el extravío. Horas de luminosa inspiración, húmedas, azoradas, alegres, limpias, tristes, pero siempre fugaces para no declarar contra la toma, la posesión, ni el hallazgo de lo abandonado.

La Mujer sigue creciendo en el espíritu del amor y de la poesía al igual que Juana de Ibarbourou, nuestras Dora Castellanos, Meira Delmar, Delmira Agustini o Alfonsina Storni o la inmortal Gabriela enajenada:

«Cal de mis huesos,
Dulce razón de la jornada,
Gorjeo de mi vida,
Ceñidor de veste…»

Aquí lo grita Devora, viva y presente:

«Un hombre, ¡tan hombre!, pasión que me llena
Que juega, que encaja, corre por mis venas.
Razón de mi canto, mi espanto y mi pena…

Luz Estela Galeano, cruza los horizontes en un monologo intenso de búsqueda por la belleza. Más allá del punto perceptible, seguramente están todos los inspirados instantes de su amoroso corazón,  cantando con la lluvia.

Jorge Eduardo Pardo Durán
Presidente
Academia Iberoamericana de Artes, Letras y Ciencias

Bogotá, D.E. Noviembre de 2012

Valoraciones

No hay valoraciones aún.

Sé el primero en valorar “Los cantos de la lluvia”

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *